El origen de la palabra buñuelo es un tanto controvertida porque para unos, deriva de la palabra “puñuelo”, una especie de bolas que los romanos amasaban con los puños, y para otros, procede del francés “beignet” que significa “bulto, protuberancia”. Se trata de una pasta hecha a base de harina mezclada con leche, huevo y levadura que se fríe en abundante aceite. En Productos Dulces Castellanos, los elaboramos como antaño, con materias primeras de primera calidad y con mucho amor.
Aunque cabe mencionar que todo apunta a que el verdadero origen del buñuelo es árabe. Se cree que surgieron en Almogía, un pueblo de Málaga en 1090 cuando el rey sevillano Mohamed Ben Abad Al Motamid cercó la fortaleza de la ciudad. Viendo que escaseaban tanto la comida como la leña que usaban para los hornos, un panadero llamado Abdelaziz Ben Drisi el Jabuzón hizo recuento de vituallas y decidió preparar unas tortitas de masa de agua y harina; luego las subió a lo alto del castillo y las metió en los calderos de aceite hirviendo que se usaban para arrojarlos a los asaltantes. De esta manera, se dice que nacieron los buñuelos de viento.
